Margo ha vuelto a la ciudad
con el tango más amargo.
Su cansancio fue tan largo que el cansancio probado.
Varias noches el ayer se hizo grillo hasta la unora,
pero nunca como ahora tanto y tanto hasta volver.
¿Qué pretendes?
¿A dónde vas con el tango más amargo?
¿O si has llorado tanto,
Margo,
que dan ganas de llorar?
Ayer pensó que hoy, hoy no es posible,
la vida puede más que la esperanza.
París
era oscura y cantaba su
tango feliz,
sin pensar, pobrecita, que el viejo París
se alimenta con el breve fin brutal de la magnolia entre la nieve.
Después,
otra vez Buenos Aires y Margo otra vez sin canción y sin ver.
¿Qué pretendes?
¿A dónde vas con el tango más amargo?
¿O si has llorado tanto,
Margo,
que dan ganas de llorar?
Después,
otra vez Buenos Aires
y Margo otra vez
sin canción y sin ver.