Madrid, con sus luces multicolores, el retiro y sus flores,
los guiñoles, bares, barcas, plazas y museos,
donde Cibeles busca sueños, Neptuno aguarda trofeos,
mientras Colón vigila alto nuestra puerta de Alcalá.
Na, na, na, na, na, na, na,
nuestra puerta de Alcalá.
Na, na, na, na, na, na, na.
¿Y qué más decir?
La Gran Vía brilla sola, junto Sol y Moncloa,
las torres se alzan alto de manera colosal.
El domingo toca fútbol, el derby está en su punto,
y vamos con los colegas de tapas y a cañear.
Na, na, na, na, na, na,
de tapas y a cañear.
Na, na, na, na, na, na, na,
¿Quién dice que no a vivir una aventura?
¿Quién dice que no a perderse por ahí?
¿Quién dice que no a descubrir lo olvidado?
¿Quién dice que no a una tarde?
Por madre,
por madre.
No es sólo una ciudad, es mucho más que eso,
es casi como un sueño que la luz de la almudena hace realidad.
No encontrarás nada igual, no lo dejes escapar,
que Madrid te sorprende y su gente cumplirá.
Na, na, na, na, na, na,
que su gente hará igual.
Na, na, na, na, na, na,
¿Quién dice que no a vivir una aventura?
¿Quién dice que no a perderse por ahí?
¿Quién dice que no a descubrir lo olvidado?
¿Quién dice que no a una tarde?
Por madre,
por madre.
Una tarde por madre.