Habría que decir que en lo inmediato
la vida se ha ido haciendo más difícil.
De rojo se mancharon nuestros sueños,
la boca ya no encuentra su palabra,
la noche envuelve el cielo y lo aprisiona,
la patria va alejándose del hombre
y todas las banderas que flamearon
se han ido desgarrando con el tiempo.
Habría que decir que ya no estamos
cantando por las grandes alamedas,
de nuevo la guitarra
está llorando,
de nuevo nuestro canto es una herida.
Habría que afirmar valientemente
que un mundo nos separa de ese mundo,
y un mundo es lo que queda destruido,
y un mundo por hacer es la tarea.
Yo quiero sangre y amor de poesía y lucho en el poder,
magia en la tierra,
y con patria es luz y fuego en la
ventina de la revolución y las estrellas.
Y busco mi país donde los hombres se asinen el deber de la sonrisa,
y busquen en el mar de lo invisible damas pura razón en esta vida.
Habría que decir sin más remedio
que el tiempo es más profundo que la vida,
la luz se vuelve sombra en un instante,
la historia va cambiando los motivos,
la última gasta la nave más serena,
la muerte se despierta con su espada,
la rubia miel en gris se va bebiendo,
y el día va naciendo entre las ruinas.
Yo quiero sangre y amor de poesía y lucho en el poder,
magia en la tierra,
y con patria es luz y fuego en la
ventina de la revolución y las estrellas.
Y busco mi país donde los hombres se asinen el deber de la sonrisa,
y busquen en el mar de lo invisible damas pura razón en esta vida.