Desde Colombia salieron un domingo en la mañana,
traiban un avión cargado con rumbo a Guadalajara,
pa' cruzarla al extranjero la pasarían por Tijuana.
Pero nunca imaginaron que les pusieran el dedo,
los estaban esperando los agentes del gobierno,
con puros cuernos de chivo pa' mandarlos al infierno.
El piloto les gritaba, no nos vamos a dejar,
agarren las metralletas, empiecen a disparar,
primero nos dejan muertos que dejarnos agarrar.
Y ahí le va un saludo para el señor Abel Orozco,
puro jalisquillo sí señor.
Mataron tres de la DEA, cuatro de la judicial,
el avión se levantaba como que iba a despegar,
pero unas balas certeras hizo el avión explotar.
Ya con esta me despido porque enseguida nos vamos,
mueren siete del gobierno, estos serán mexicanos,
un avión con treinta kilos y también tres colombianos.
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