El Duelo FunestoSe inclina a besa una flor beso que el muerto bendiceY al mismo tiempo maldice sin piedad al matadorSeis meses han transcurrido de aquel lamentable hechoY le golpea en el pecho el saber que lo ha perdidoPor bien que haya procedido no cumple su penitenciaSea por muerte o por ausencia siempre que traiga dolorLa madre será el factor que paga las consecuenciasComo alivio a tanto daño recibe una carta un díaDe un hijo que no veía hacía lo menos veinte añosUn placer triste y extraño le produce al ser leídaY aunque le endulce el corazónEndulza la vida sufre al saber que está presoEncausado en un proceso acusado de homicidaY la pobre soportando la desgracia más impíaApenas aclara el día fue al cementerio llorandoComo madre iba pensando en sus hijos desdichadosY visita los dos lados sin conocer el misterioDe mañana el cementerio de tarde el encarceladoAl entrar en la prisión y al ver su hijo entre rejasSe oyen a tiempo dos quejas que destrozan el corazónEsa penosa impresión a las visitas conmuevePues mi mente no se atreve a darles un parecidoDel pánico producido en ese espacioTan breveDespués que vuelve la calma entre tristeza y amorConsuela el hijo el dolor de la viejita del almaLa caricia con sus palmas con amor enternecidoNo llores madre le pido colmándola de cariciasY se cuentan las noticias de veinte años transcurridoTu hermano el pobre murió a la costa de un arroyoVíctima de un duelo criollo basta por Dios murmuróY a la madre se abrazó con esfuerzo soberanoNo me maldigues Mariano mi madre perdónameYo fui el que lo maté sin saber que era mi hermanoUn llanto desgarrador volvió a invadir nuevamenteQue hasta el indiferente se conmovió de dolorEse abrazo aterrador con llanto, besos y quejasCuando la fuerza los deja completamente agotadosCaen los dos desmayados separados por la rejaEn el lugar que besó maldiciendo al asesinoFrente a una cruz de pino al otro díaSe acercóUn largo rato rezó con doble amor maternalY su rostro angelical lo dirige al cielo abiertoSe inclina y suplica al muerto perdón por el criminalEn su casa se encontró que le esperaba un empleadoEl que le ha comunicado que su hijo preso se horcóSin fuerza la pobre huyó y de balde la buscaronPero lejos observaron con gran sorpresa unos criollosQue se tiró en el arroyo donde sus hijos pelearonEn ese crimen brutal heredado de CaínEncontró su triste fin hasta el amor maternalLa pobre de Caín se fue a la casa de su hijoY se fue de tanto malo y descansa en el misterioYa no se ve el rostro serio de la madre demacradaVisitando destrozada la cárcel y el cementerio