Yo debí ser rano, cortarme las venas
cuando ante los alliés de una copla mía
pusiste y envilo mi carne morena
con una palabra que no conocía.
Solo de pensarlo me da escalofrío,
qué ciega que fui,
cuando con tus ojos mirando a los míos me dijiste así.
Dame limosna de amor, de dolores,
dámelo por cariño,
pon en mi cruz una flor de dolores,
que Dios te lo pagará.
Ay,
no me niegues mi serrana,
el agüita de beber,
ven piedad samaritana de lo amargo de mi ser.
Ay,
no te da pena que llore,
dolores,
no te da pena de mí.
Dame limosna de amor,
dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amor, dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento.
Me basta y me sobra que llores,
canales perdido de pena y de remordimiento.
Pero lo que nunca jamás en la vida podrás tú saber,
es que hasta el momento que esté en la agonía te habré de querer.
Dame limosna de amor, de dolores,
dámelo por cariño,
pon en mi cruz una flor de dolores,
que Dios te lo pagará.
Ay,
no me niegues mi serrana,
el agüita de beber,
ven piedad samaritana de lo amargo de mi ser.
Ay,
no te da pena que llore,
dolores,
no te da pena de mí.
Dame limosna de amor,
dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amor, dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Ay,
no me niegues mi serrana,
el agüita de beber,
ven piedad samaritana de lo amargo de mi ser.
Ay,
no te da pena que llore,
dolores,
no te da pena de mí.
Dame limosna de amor,
dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amor, dámela tú mi dolores,
porque me voy a morir.
Porque me voy a morir.
Porque me voy a morir.
Porque me voy a morir.