Noviecita lejana que te fuiste
Lejol de mi que te adoraba tanto
Si supieras cual hondo es mi que planto
Y como estoy de inmensamente triste
Yo sé que volverías afanosa
Con tu boquita de color de fresa
Besarías el dolor de mi tristeza
Con la ternura de una dolorosa
Y si para los hombres que viven fuera
Que un irrevento criminal sería
Pues nunca ni jamás te olvidaría
Aunque de pena y de dolor muriera
Que me puede importará a mí la calma
Que esa que viene cuando ya se olvida
Si viene cuando ya no queda vida, ya que el amor es de la vida el alma.