Después de un día lluvioso,
el cielo se oscurece.
Ahí es donde comienza mi pecho a suspirar.
Recuerdo aquella tarde
de nuestra despedida,
pues era un día como este que no podré olvidar.
Por eso cuando llueve me lleno de recuerdos
y con tristeza espero la horrible oscuridad.
Las
lágrimas del alma
semejan esta lluvia.
La noche con su manto tendrá su día de hoy.
Sumido en el letargo el pensamiento
implora que aclare nuestro cielo y
vuelva a ser feliz.
Por eso cuando llueve me lleno de recuerdos
y con tristeza espero la horrible oscuridad.
Las
lágrimas del alma
semejan esta lluvia.
La noche con su manto
tendrá su día del lunes.
Por eso cuando llueve
me lleno de recuerdos y con tristeza espero la horrible oscuridad.
Las lágrimas del alma semejan esta lluvia.
La noche con su manto tendrá su día del lunes.
La noche con su manto
tendrá su día del lunes.