En tu jardín quema la tarde
tras aquel bosque de cenizas.
Mi sombra crece por momentos.
Todo se va ennegreciendo.
Como un laberinto,
mis sueños se torcian.
Como un laberinto,
donde no hay salida.
Pero tras la puerta,
la luna ofrece su blanco.
Nuestras vidas son como el fuego.
Que luchen a mantener la llama.
A
veces un viento la vida.
Pero al final solo hay cenizas.
Como un laberinto,
mis sueños se torcian.
Como un laberinto,
donde no hay salida.
Pero tras la puerta,
la luna ofrece su blanco.
No existe solo una verdad.
Y nunca sabré si aquello era real.
No existe solo una verdad.
Y nunca sabré si
aquello era real.