La noche
El sol que pesca de iluso, busca horizonte también, las nubes de tanto en tanto bostezan
y baldazos de tristeza van arrojando al pasar, justito, sobre la esquina profeta, donde espero
a la pebeta, que nunca habrá de llegar, también en mi alma.
La noche se puso, la noche se puso, la noche se puso, la noche se puso, la noche se puso,
también en tinieblas quedó mi ilusión, me faltan sus ojos, de mágico influjo, que
fueron mi vida, que fueron mi sol, montón de esperanzas, que barra el destino, montón
de amarguras, que debo arrastrar, que importa que digan, que así me castigo, que toda la
tarde, la voy a esperar.
La sombra, avanzando así de ilusa, se abrazan a cualquier cosa, en medio de la quietud,
en vuelo, mi pensamiento con ella, y mi peciega se estrella, porque me falta tu luz, regreso.
Como a la angustia, tendiendo a mi venedor, me vuelvo, y hecho al seguir a un vistazo,��
que quedo hecho pedazo, mi sueño y mi corazón.
Montón de esperanzas, que barra el destino, montón de amarguras, que debo arrastrar, que
importa que digan, que así me cayendo en la membura, respondo, que recubriré el liro,
que así me castigo yo todas las tardes, hoy la voy a esperar.