Apura caballo viejo que el camino tiene lenguas
Si no aceleras el paso te vas a quedar sin yegua
A mí me dice la gente que debía poner de escuela
No señor, el potro si está cansado tampoco busca a las hembras
La noche tendió su manto dando paso a las estrellas
Lavando la marca el tono del cuatro buscó las huellas
Que dejaban las maracas al son de un arpa viajera
Una parranda Dios mío en el ato Santa Elena
Malicioso y atrevío mismo le puse el ojo a la dueña
Claro está que alguien me dijo es la viuda rezandera
Más abajo de la corva se extendía su cabellera
Ojos grandes a sabache, qué porte, qué linda era
Con un ojo de caballo viejo que le puso el ojo a la dueña
Una mujer como esa, carajo bien borsa, es el que se muera
Sobre su cuello deslizan pulgores de mil cadenas
Y un camino que invitaba mirar hasta donde llega
Invadiendo esas colinas que pelean con su franela
Afiné bien la garganta, le amuelo al gallo la espuela
Para cantar la canción de la noche
Y darle a la viuda al son de una periquera
Ando buscando a una viuda que tenga real y me quiera
Soy el llanero completo ordeñador en quesera
Amanzador de caballos, hombre de lanza certera
No me callo un lazo al suelo en una cimarronera
Como creo que la encontré seré muy feliz
Con ella
Dejo de ser cantador, olvidaré la botella
Será mi luna y mi sol, mi vida, cielo y mi estrella
En el primer descuidito la viuda me hizo una seña
Con nerviosismo la espero a la sombra de una ceiba
En el primer apurruño siento que la viuda
Tiembla y en oleaje de pasiones
La enlazo lengua con lengua
Toqué el terreno baldío, claro que sin darle treguas
Exploré el monte de Venus cubierto de suaves sedas
Y en el tercer manoseo, ¡bim!, se le aflojaron las piernas
Un testigo, el infinito
Otro la luna hechicera
Esa viuda me maldijo
Llorando de la rechera
Porque le caía machete al conuco que no era