Oye mi guajirazón.
Ya se perdió en la distancia aquella huemidolatría.
Se acabó aquella contancia que entre los dos existía.
La vieron en la montaña
llorando triste y solita.
La fui a buscar y no estaba,
de un lago y de pobrecita.
Se fue y me dejó un pañuelo húmedo de lágrimas.
Escrito con un letrero me fui pero te dejé el alma.
Escrito con un letrero me fui pero te dejé el alma.
Y que bonfante,
se te quedó el pañuelo.
Pero pa'lante.
Ay, ay, ay, la vieron llorando.
La vieron en la montaña,
la fui a buscar y no estaba.
La vieron llorando sola,
triste en la cabaña.
Ay, ay, ay, la vieron llorando.
La vieron en la montaña, triste y solita.
¡Consuela la Quique!
La vieron llorando, la vieron en la quebrada.
La vieron llorando,
triste y desolada.
La vieron llorando,
sufriendo y penando.