Algunos dicen que yo estoy loca,
que hay allí que no encuentro acá,
porque viajo tanto a La Habana,
que eso tiene que sentar mal.
Y yo contesto que hay una cosa que no existe
en ningún lugar,
un paseo lleno de vida,
de noche y día juntinto al mar.
Donde las hembras huelen a vida y los muchachos a semental,
el malecón donde soy la reina,
en donde nadie me trata mal.
La reina del malecón,
así me llama la gente,
es del militar más serio al cubano más corriente.
La reina del malecón,
me llaman a mí al pasar,
mientras se forman en Cola Caramba,
los que me quieren amar.
La reina del malecón,
del malecón la reinona,
que es muy distinto que ser solo una mariconzona.
¡Ay, mi hermano!
¡Qué bonito es pasar soñando por el malecón cubano!
Y que te traten la gente lo mismito que a un hermano.
Del mar escuchar las olas mientras te mira un cubano,
con ojos de bronc sincero,
la boquita le sabe a helado.
¡Sabe helado!
Del malecón soy la reina,
nadie lo puede negar,
si quieres vente conmigo pa' poderlo comprobar.
La reina del malecón,
así me llama la gente,
es del militar más serio al cubano más corriente.
La reina del malecón,
me llaman a mí al pasar,
mientras se forman en Cola Caramba,
los que me quieren amar.
La reina del malecón,
del malecón la reinona,
que es muy distinto que ser solo una mariconzona.
¡Ay,
ay,
ay,
Marianao! ¡Vamos para Marianao,
el Aguagua!
La reina del malecón,
así me llama la gente,
es del militar más serio al cubano más corriente.
La reina del malecón,
me llaman a mí al pasar,
mientras se forman en Cola Caramba.
Los que me quieren amar.
La reina del malecón,
del malecón la reinona,
que es muy distinto que ser solo una mariconzona.