Estoy cansado de mirar la tele y de no ver nada.
Me dirijo a la ventana y fijo un punto con la mirada.
Es la hora en que todos los gatos parecen pardos.
La hora en que mi bienestar la miden decibelios.
Miradlos a ellos tan contentos montando cotarros.
Marcando vuelta rápida entre edificios con sus carros.
Hasta un vespino a una rueda haciendo estragos.
La vecina con la basura le gritan.
Pelotas y niños jugando a ambos lados.
El camello hace la gosli y es que este año le faltan gramos.
Un ramo de flores postrados en aquella señal.
Nos indica que uno de quince ya nos dejó de ensalar.
Esvásticas y tags se reparten en aquella pared.
Donde está la cancha de básquet que nos teníais que hacer.
Un par que han hecho con una jodida farola.
Dichosos gatos pardos en el disfrutar ahora.
Mi paciencia ya se ha acabado.
Un demonio dupla me mete la transforma en el encabao.
La desesperación se apodera de mi cuerpo.
El miedo se convierte en odio,
esta cuna de araña.
Una colera por mi pena circunla.
En mi soco lágrimas de rayas amontonan.
Mi peso junto de flotar en otro bar.
Otra hora la sanidad creo no poderlo controlar.
En el barrio sustituyeron todos los centros sociales.
Ahora convertidos en peluquerías,
locutorios y bares.
Los dos del frente trabajan, la jornada llena.
El vecino y el del quinto ahogarán allí sus penas.
Una dosis de cafina para poder aguantarla.
El otro copas y copas de esa droga embotellada.
Olvidar para aguantar, aguantar para olvidarla.
Noches que pasan en el bar a Andorra.
Y el PP crece y dice que la gente le ama.
Está claro, el ABC, el Sport, el Lola y el As.
Tuto gobierno nombrará que enfermo infierno.
Eterno engaño si las armas eran solo un punto.
Invento de unos para aborregarnos a todos.
Y venga,
orgullosos de la bandera,
adhesivos de toros.
Tres o nueve franjas,
dos colores,
patrios bobos.
Un camino, un planeta, un mundo, uno solo.
Mi paciencia ya se ha acabado.
Un demonio duro a mí me te la transforma en el reclavado.
La desesperación se apodera de mi cuerpo.
El miedo se convierte en odio,
esta cuna de araña.
La colera por mis venas circula.
El mundo con lágrimas de rabia se amontona.
Mi peso junto a su explotar el monstruo.
He encontrado la salida,
creo no poderlo controlar.
¡Pero va!
Furia esta vida que la suerte me brindó.
Un furia el culpable de todo mi rencur.
Furia la muerte que es nuestra salvación.
Furia aún mi perdición.
Furia esta vida que la suerte me brindó.
Un furia el culpable de todo mi rencur.
Furia la muerte que es nuestra salvación.
Furia aún mi perdición.
¡Sí!