En su silla,
como un trono brillante
Sobre el mármol resplandece la luz
Un espejo refleja la belleza
Y en su asiento,
vides llenas de frutos
Un pequeño cupido asoma
Su mirada oculta tras las alas
Las llamas de los candelabros crecen
Y el brillo en la mesa se convierte en un resplandor
En el estuche de seda,
la joya brilla
Mientras el aire lleva consigo los aromas
extraños El aire se llena de fragancias dulces
Y las llamas de las velas se inflan en el aire
El humo sube al techo adornado
Y la visión se disuelve entre sombras
Un perfume que nubla los sentidos Mientras
la habitación se sumerge en un caos
El aire se llena de fragancias dulces Y las
llamas de las velas se inflan en el aire