En un vuelo de Volaris, destino a Durango, procedente de Chicago
Entre sus pasajeros venía sentado un toro de esos pesados
Los arcos no detectaron el bulto de verdes que venían bien clavados
Eran puros cabezones del viejo mechudo, venían empaquetados
Ya hemos hablado
Aterrizado, me dijo al contacto, usted dice, ¿ahora qué hago?
Por mientras que me reciben, me daré una vuelta a Santiago, papas guiaron
Los ejemplares y los ganchos
Con Pachuim ya nos llamaron, lo espero en el cruce de Costa Rica al Dorado
Me dijo mi compa N, lo atenderá el primo del chapo más afamado
Después que nos presentamos, se habló de negocios mexico-americanos
Un trato a la confianza
De esos que se pactan con un apretón de manos
Un carro ya va en camino
El chino en Chicago prepara la bienvenida
Fue un éxito la reunión juliacana en Illinois
La conexión positiva