A Nogales, ArizonaQue salió de MazatlánMuchos narcos lo seguíanEn ocho drogas detrásEl muertito que llevabanEra de un desconocidoLe rajaron la barrigaPara clavarle unos kilosDe polvo y de goma de opioPara burlar a la gentePara matar a los gringosLos narcos iban de lutoPara despistar su penaY los perros maliciaronLos rastros de alguna huellaCon unos papeles falsosPasaron por la fronteraEn una finca de piedraA los narcos esperabanEra Cristina y su hermanoQue en una troca llegabanAl ver la carroza blancaHasta de gusto brincabanAl entregar al muertitoLos billetes recibíanDe pronto llegó el gobiernoY a los narcos les decíanPongan las manos en altoY una granada se oíaY los narcos les decíanCatorce narcos murieronY a Cristina la encerraronLa carroza y el dineroLes fueron decomisadosMientras por ahí una viudaReza un rosario llorando