Juanita no come cuento para defender lo suyo,
pelea por su familia con dignidad, con orgullo,
defiende con valentía el valor de su sudor
y cuida con el que quiera,
el trujar del corazón.
Se deja amedrentar, Juanita sin pantalona
y que a la hora de pelear siempre sale ganadora.
La reina no come cuento cuando sale a celebrar,
Juanita se descontrola cuando se pone a bailar.
Juanita se fue muy lejos sacrificando
su vida por el bien de su familia,
trabajando noche
y día,
pero cuando vuelva a casa lo que quiere es celebrar.
Despidiendo el año viejo y ver el nuevo llegar,
la recibe con bandera,
con flores y mucho
amor.
Entre llantos y sonrisas Juana llega a su
nación,
se prepara para gozar,
bailando el martiriqueño y se alza pa' tu lechón y descompone
a todos los viejos.
Con una fiesta de patio y asomado de maravilla,
amanecemos bailando de la sala a la cocina,
se sienten los aguinaldos propios de la tradición,
celebrando con la reina que la Navidad llegó,
la gente de la vecindad cantando forman el coro y
le hacen la ronda a Juana y ella se mueve a santo.
A la hora de celebrar es que ella se
descontrola cuando se pone a bailar.
¡Baila!
¡Uh!
¡Bailando el martiriqueño,
rumbeando en la vecindad! ¡Sí!
Juanita se descontrola cuando se pone a bailar.
Despidiendo el año viejo y viendo el nuevo llegar.
¡Juana!
Juanita se descontrola cuando se pone a bailar.
¡Felicidades!
¡Venga la alegría! ¡Juana! ¡Vámonos bailando! ¡Juana!
¡Échenme agua fría! ¡Juana!
¡El martiriqueño! ¡Juana! ¡El negro aventura! ¡Juana!
¡Dale Juana dale! ¡Juana! ¡Aun es que estás dura! ¡Juana!