Hoy estoy aquí.
Agradezco a la torpeza de años pasados por la enseñanza.
Me gusta lo que hago, lo que vivo,
lo que me he convertido.
Aprecio la única razón por la que existo aquí en la Tierra.
Pude comprender a tiempo cuál era mi propósito y continuar adelante.
Total.
Para algo nacemos.
Cada decisión tomada en el fatídico día de mi desgracia,
al final ha sido abundantemente bondadosa.
La paz ha sido genuina y ha venido a la calma.
Viejitas,
me encantaría que estuvieran aquí,
como las echo de menos.
Estaría bien que conversaran de mí con él.
Supongo están más cerca.
No soy como quisieran que sea,
pero soy lo mejor que pude ser.
Nuevamente siento una espiritualidad profunda.
Aunque las dudas vitales estén al acecho,
tengo bien claro que ni lo alto ni lo profundo,
ni lo presente ni lo porvenir,
podrán separarnos
de su amor.
Porque todo es de él, por él y para él.
No me gusta pasar de largo por cada
ilustración pintada en el lienzo de mi alma.
¿Ves mi alma?
¿Entiendes lo que digo?
Creador, ¿me escuchas?
Sé que me oyes, pero en realidad no me escuchas.
Hey, si hay algo,
necesito saber qué piensas del mundo en el que vivo.
Irónicamente muero por vivir.
No sé dónde estaré de acá algunos años,
o incluso si estaré.
Solo pido que si me escuchas,
nos traigas buenas novedades contigo.
Vuelta a ver este sitio y pinta de luces
los cristales rotos de mi casa de San Gil.
Buenas noches.