Yo amo al jazz.
Es la única música con la que me emborracho
que es capaz de paliar mis resacas.
Convertidas en dulces resacas.
Déjame quedarme, reencarnarme en una gota,
en medio del desierto azul,
o conviérteme en aire, en un rayo de sol,
en un grano de sal,
conviérteme en nadie,
con tal de que me pueda quedar a escuchar
esta nota.
Sólo una mujer podría sacarme de este infierno en el que vivo.
Encuentro
mujeres en las tabernas en las que bebo.
Y a estas horas,
en compañía de soledad,
sólo quiero jazz.
Sólo quiero...
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật