Hijo,
ya creciste.
Ya eres grande, ¿verdad?
Toma asiento que vamos a hablar.
Oye,
escúchame,
hijo mío,
porque no quiero que llores,
tampoco quiero que cometas los mismos errores.
Trata de hacer el bien y piensa como yo quisiera,
porque si yo me jodí fue para que tú no te jodieras.
Desde que llegaste tú me cambiaste la vida,
tú fuiste mi puerta en un laberinto sin salida.
Ahora que creciste no quiero ver tu herida
y vengo a darte un consejo antes que me lo
pidas.
Como tú,
pues yo también fui adolescente y
todavía llevo consecuencias marcadas en
la frente.
Si tengo otra oportunidad por accidente
pensaría mejor las cosas y esta vez uso la
mente.
En esta vida tienes que tenerla en cuenta
y siempre saber distinguir lo bueno
de lo que aparenta.
No seas servidor de lo que no alimenta porque es que tu cuerpo vale
más que tus vestimentas.
Vas a encontrar caminando gente contigo,
tomándote de la mano
y diciéndote yo te sigo.
Esas personas se hacen pasar por amigos así que préstame
atención y escucha bien lo que te digo.
Los envidiosos se te acercan en las buenas y mientras
rueda la película van cambiando de escena.
Los amigos tú comes y ellos se llenan, pero
si pasa hambre ellos se van por tras la cena.
Así de fácil y sencillo es este mundo, el
amor de la humanidad existe pero bien profundo.
Yo quisiera poder cambiar en un segundo la
maldad que nos arropa que a todos nos tiene inmundo.
Siempre procura ser un padre de familia
y olvídate de la calle que hay lo que reina en la envidia.
Los panitas se escogen en una
trivia y en tiempos finales dos desaparecen como Siria.
Pa' decirte más y siéndote un
poco más sincero,
en este mundo sobrevive solo el que tiene dinero.
Pero no creas mucho,
te damos de codo,
pues ese maldito dinero nos lo compra todo.
Vengo a decirte la pura
verdad y cruda,
si no es a conveniencia en este mundo nadie ayuda.
Y no es que nos cueste
ya tomarnos de la mano,
pero es que entre nosotros mismos pues no confiamos.
No te preocupes
que este mundo no es eterno,
muchos por ahí le llaman tierra,
yo le llamo infierno.
Yo
te suplico hacer lo que dice el cuaderno,
esa es la única esperanza de un futuro poder
vernos.
Ten cuidado donde quieras que tú pises,
pues donde pones tus huellas te quieren
ver las narices.
No es atropello,
pero a esto ponle un sello,
gente quiere verte bien,
pero
no mejor que ellos.
Tú sigue firme y no hagas caso a comentarios,
pues la vida es una sola
y tienes que vivirla a diario.
A lo mejor ahora no sabes lo que hablo,
pero con el tiempo
vas a saber quién es tu adversario.
El que menos tú piensas y te imaginas es el ser
el primero en venderte en una esquina.
Y lo más cabrón de lo que te atormenta es que
cuando a ti te vendan no te vas a dar ni cuenta.
Hazme caso pa' que no viajes latrazo y al
que te de la mano se le vale bien el brazo.
Porque hay personas que contigo dan el paso,
pero ellos lo están haciendo conduciéndote al fracaso.
Por eso digo que soy tu mejor testigo
y además de ser tu padre pues yo quiero ser tu amigo.
Confía en mí, sígueme que yo te
sigo,
pues cuando venga el invierno yo te voy a servir de abrigo.
Hay muchas cosas que se entienden con el tiempo,
guarda la perseverancia y todo caerá en su
momento.
A paso lento, pero firme contra el viento,
así te darás cuenta, hijo, que yo no te miento.
Nunca busques riqueza donde no habita
y no te dejes llevar por lo que los demás imitan.
Pues tu mente no se limita, rico no
es el más que tiene,
rico es el menos que necesita.
Por eso yo te reto a vivir en optimismo,
con los pies en la tierra y no adentro del abismo.
Y escúchate este realismo,
para llegar lejos tienes que ser sincero contigo mismo.
Sigue tu camino y solo mira al frente,
cuídate del inocente,
pero ríndete al señor para
que así tú seas un valiente.
Sigue tu camino y solo mira al frente,
cuídate
del inocente,
pero ríndete al señor para que así tú seas un valiente.