Vio la corte de raíz,
como se corta la hierba,
pero ella volvió a prender como se prendía la viedra,
por eso llevo esa hiedra prendida todo mi ser,
porque es la hiedra maldita del amor de una mujer.
Vio la corte de raíz,
como se corta la hierba,
pero ella volvió a prender
como se prendía la viedra,
por eso llevo esa hiedra prendida todo mi ser,
porque es la hiedra maldita del amor de una mujer,
porque es la hiedra maldita del amor de una mujer.
No sé cómo voy a hacer
para poder arrancarla,
si cada vez que lo intento
se prende más
a mi alma,
por eso ya he de llevarla como una cruel maldición,
hasta que de tanto amarla me quede sin corazón.
No sé cómo voy a hacer
para poder arrancarla,
si cada vez que lo intento se prende más a
mi alma,
por eso ya he de llevarla como una cruel maldición,
hasta que de tanto amarla
me quede sin corazón.
Hasta que de tanto amarla me quede sin corazón.