Ha llegado la hora,
miro en el cajón
y junto a la publicidad,
nuestra invitación.
Solo somos emigrantes
por causa mayor.
No sé lo que encontraré allí donde voy.
Un taxi en la puerta y mis amigos también.
Un punto de mirar vigilándonos.
Aunque no esté
Mi vida está aquí.
Se queda aquí.
También se quedan los primeros labios que me besaron y pues yo besé.
Es la hora.
Todo está facturado.
Mi corazón fracturado al despegar.
Hay halcones que ahuyentan a las aves en libertad.
Estamos ganando altura,
pero poco más.
Aunque no esté,
mi vida seguirá estando aquí.
Aunque ella no esté,
piensa en mí.