El mundo del caballo y el diablo empezó con la cola marcando el compásUn rococo de la isla cantaba su amor a una zapa vestida de azulCarboncillo bailaba luciendo una flor que a los cielos devuelve la luzSocavón donde el alba muere al salirSalamanca del cerro natalY en las noches de luna se suele sentir a Mandinga y los Diablos cantarGineteando una escoba cruzaba el aíl de los cielos la bruja mayorLa lechuza en el hombro y el cantenedor disparándole a la cruz del surUn quirquincho barbudo tocaba el violín y un zorrino con voz de tenorDescarraba el silencio con un yaraví que mandaba a cantarle el señorSocavón donde el alba muere al salirSalamanca del cerro natalY en las noches de luna se suele sentir a Mandinga y los Diablos cantarMuchas graciasLorena es mi invitada especialEstamos haciendo muchas cosas muy lindas por la capital, por el interiorVamos a ir al exterior también, Santiago del Estero, Tucumán, toda esa zonaY le voy a pedir que le cante un tema a ella, por favor¿Puede ser?Aplausos para ellaAndo llorando pa' dentro aunque me ría pa' fueraAsí tengo yo que vivir esperando a que me mueraLe doy ventaja a los vientos porque no puedo volarHasta que agarro mi caja y la empiezo a apagalearMi raza reza que pedirá allá en el monte de CaridadNo tiene tiempo, ya no da, reza que reza porque seráValles sonoros del Pedregal, piedra por piedra el viento vaBorrando huellas a mi dolor, silencio puro es mi corazónMe persino por si acaso no vaya que Dios existaY que me lleve al infierno con todas mis ovejitasNo sé si habrá otro mundo donde las almas suspiranYo vivo sobre la tierra trajida hasta todo el díaMi raza reza que pedirá allá en el monte de CaridadNo tiene tiempo, ya no da, reza que reza porque seráValles sonoros del Pedregal, piedra por piedra el viento vaBorrando huellas a mi dolor, silencio puro es mi corazónSilencio puro es mi corazónAplausosVa a haber otras, ¿eh?No me la ingrupan de entrada, ¿eh?Armando Tejada Gómez, como tantos poetas del interiorComo Jaime Dávalos, como Manuel J. CastillaMe voy a olvidar seguramenteIncluido ese maravilloso creador cordobésAunque él no era cordobés, era esbrújuloEl Chango Rodríguez, nació en La RiojaPero se crió en CórdobaY era un hombre maravilloso que hacía las cancionesCon sus tonadas cordobesas y sus tonos esbrújulos en las cancionesEra maravilloso el ChangoA todos ellos siempre nos correspondióQue cuando venimos para Buenos AiresEra un acontecimiento muy fuerteEl mío fue cuando tuve apenas 10 añosYo iba a la Escuela Evita de SaltaY era el cantorcito de mi gradoY en 1948 se creó, yo no sé si antes, pero en ese añoSe creó la colonia de cerca de Mar de Plata, ChapalmaláY nos trajeron un montón de changos de diversas provincias a ChapalmaláUstedes no... es intransferibleEs difícil explicarle lo que le puede pasar a un chico de 10 añosY a muchos provincianosLlegar a conocer el marEse día que conocí el mar es inolvidableY para mejor de ese díaEvita, Eva Perón, venía a inaugurar ese cicloPor lo tanto cada cantorcito de cada provinciaDebía cantarle un tema a EvitaConocer el mar y cantarle a EvitaYa me pareció fuertísimo pa' un chango de 10 añosLuego Buenos Aires cuando veníamos con los poetasCon el Kuchile Isamó, Manuel J. CastillaRecuerdo esas anécdotas simplonasYo iba a buscarlo como fronterizo a ManuelAl retiro porque venía en el tren del ferrocarril BelgranoQue regularmente duraba, demoraba dos díasSe atrasaba otro díaPor lo tanto salían de tierra, de salta personaY llegaban adobe al retiroY hay una frase que nunca me olvido de ManuelPorque no le gustaban las grandes ciudadesA mis queridos coterráneosQue esa salta está más linda que nuncaPor favor les pido que vayan a saltaPorque está más hermosa que nunca saltaY Manuel lo primero que me decíaChanguito, ¿sabés qué es lo más lindo que tiene Buenos Aires?¿Qué, Manuel?El pasaje de vuelta, me decíaNo era despectivoEra que no le gustaba tanto ruidoDe esa historia de venir a la gran ciudadContejada muchas veces de amanecidaHicimos una canción que voy a tener el gustoDe cantar con esta hermosa cantoraQue se llama Canción de la TernuraCanción de la Ternura