Mi tierra roja y verde traigo un son de chamamé,
crisol que alumbra a mi ser,
con un linaje y luz de esperanza.
Oh bandoneón querido,
herencia que arrastra el alma
y resuena donde quiera con amor al Taragüí.
¡Salud!
Plasón provincián,
zumo de tierra,
sangre de soles,
linfa y culebra,
pobre,
quebrada,
E esto,
Julio,
mi soñegieño!...