Entre pliegues de un rencor
ha escondido las mentiras que hoy
le ha contado al distorsionar
sus horarios.
Se les va a pasar el verano,
siempre ocurre igual,
tarde o temprano.
Llega un arpal y las manos van a reposar donde hace daño.
Y se ríen mucho más.
Y se sienten de verdad.
Y se dan un atracón de horas en el colchón
fingiendo que el amor es humedad.
Uuuuuh...
Con pasos de chaval,
llevando a cuestas tanta moral,
alguien se acuesta sin repasar las siluetas de un alfagón.
Cuando parece que brilla el sol y las cortinas del comedor
serán de seda y de algún color,
que no se muera si no hay acción.
Y por las calles de alrededor,
doscientos hombres en procesión
con instrumentos de gran valor harán canciones para los dos.