No sé qué tiene, no sé qué tiene, no sé qué tiene, la vecina del quinto, no sé qué tiene, no sé qué tiene, desde hace una semana sólo me habla si le conviene.
Si le conviene, se lleva todo el día por la mirilla, mira que mira, por si por la escalera pasa un vecino y lo acribilla.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.
De los cordeles, de los cordeles, de los cordeles, siempre me faltan cosas, de los cordeles, de los cordeles, calzones, calcetines y si ves cantillos, los alfileres, los alfileres.
El día que yo me jarte y se me crucen a mí los cables, reventarán cohetes y no habrá uno que se me escape.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.
No sé ni cómo, no sé ni cómo, no sé ni cómo, me han hecho los tabiques del dormitorio, del dormitorio, se escuchan los sillíos, esto parece un manicomio, un manicomio.
Me voy a dormir loca con tantas voces, con tantas voces, todos los días me duermo más de las doce, más de las doce.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.
Mira qué guasa, mira qué guasa, mira qué guasa, con lo bien que vivimos hay quien se busca complicaciones, por mucho que se quiera nos pasa un día sin discusiones, sin discusiones.
Me acuerdo que al principio nada pasaba, todo era bonito, con el paso del tiempo ya nadie hablaba, todo eran gritos.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.
No sé quién dijo con la que esa vecina nos tiraremos casi al rodo de la cocina, este bloque es un desastre, aquí, aquí no hay quien viva.