Primero,
que tú has sido para mí
lo más grande de este mundo.
Yo que fui lo que tú digas,
pero que hasta te regalo aquellas risas, dos,
que alguna vez quisimos compartir el
breve instante que es la vida.
Y tres,
que hoy yo vivo en la ruina de un silencio que
se va dejándome sin voz.
Lo que no entiendo es que ahora vengas otra
vez a prometerme una
vida entera,
pero a tu manera.
Ah,
en qué momento de mi largo caminar
perdimos eso.
Verdad,
que soy difícil, pero he sido para ti
lo único profundo.
También verdad que procuraba estar conmigo cuando estaba más confuso.
Y confuso,
tú,
tratando de asistir, que me perdone el universo,
y yo guardándome el secreto que ya
no quiero escuchar otro bolero más.
Yo empeñada en que quería ser feliz,
y yo sentí.
Lo que no entiendo es que ahora vengas otra vez a prometerme una
vida entera, pero a tu
manera.
Ah,
dime amor,
en qué momento de tu largo caminar perdimos eso.
Dímelo vos.
Yo te buscaba en los azules y me enfrentaba a tempestades.
Y ahora no sé si tú exististe o eres solo un sueño que yo tuve.
Lo que no entiendo es que hay gente que no consigues olvidar jamás,
no importa el tiempo que eso dure.
Una frase resumió lo diferente de los dos.
Hoy seguro ya no hay nada en lo que dure amor duro.
No puede ser verdad si yo,
si yo,
si yo,
yo te buscaba entre las nubes y me enfrentaba a tempestades.
Y ahora no sé si tú exististe o eres solo un sueño que yo tuve.
Pero es que hay gente que no consigues olvidar jamás,
no importa el tiempo que eso dure.
No puede ser verdad si yo,
si yo,
si yo,
ya no te busco en los azules ni me enfrento a tempestades.
Ya no me importa si me quisiste porque en mis sueños yo te tuve.
Además hay gente que no consigues olvidar jamás,
no importa el tiempo que eso dure.