Escorpio con escorpio, amar a una persona del propio signo, es un gran reto que el escorpio lanza al destino.
No es propio de este mundo y funciona una vez de cada mil.
Unidos pueden hacer frente a cualquier cosa.
En cuanto un hombre y una mujer de escorpio se cruzan sus miradas, se produce como una especie de hechizo y surge la gran atracción, eso sí, física primero.
Y más tarde en el plano mental y espiritual.
Es muy probable que esta pareja, punto a su favor, reconozca mutuamente sus errores y defectos.
Y por supuesto al hacerlo puede llegar a solucionar sus propios problemas.
Al ayudar a su compañero, la escorpiana sobre todo en realidad se está ayudando a sí misma.
Ambos son celosos y posesivos y saben pelear por lo que quieren.
Pero si logran conservar los principios del respeto y la consideración, podrán llegar a entenderse mejor.
Él no es un individuo muy romántico, pero esa es la cualidad que más le gusta.
La mujer del signo.
Sin embargo, los dos son muy sensuales y convierten cada encuentro sexual en una experiencia inolvidable, maravillosa y hasta mágica.
El hogar es muy importante para los escorpianos y en él pasan veladas muy agradables.
Pero él no se puede sentir atado a este tipo de vida, ya que también tiene otras inquietudes, las cuales la mujer y profunda escorpiana deberá comprenderle.
Podrían tener momentos de disputas por motivos realmente fuertes.
Y este es un punto muy importante.
Ya que cada uno puede crear heridas con sus palabras muy profundas, tan profundas como inolvidables.
Escorpio, hombre, como esposo, es considerado y amable con su cónyuge.
Es un buen administrador y un fantástico proveedor.
Como padre, casi siempre es estupendo.
Y se muestra amable.
Y se muestra ambicioso con respecto al futuro de sus hijos.
A veces, pero a veces nada más, comete el error de querer que estos sean una copia de ellos mismos.