El óvalo del rostro y la mirada no pueden confundirme
Es hijo de ella
y juega con mis hijos y podría ser otro de los míos
Y es hijo de ella, de aquella que yo quise tanto
Y fue mi amor de adolescentes,
amor de chiquilines inocentes
que pasa entre los quince a veinte
Relóquete en tu camino,
recuerdas nuestra canción
Tú te dejabas estar en mis brazos y yo te amaba feliz
De tener tiempo en tus manos,
pero los años se van
Nada detuvo el reloj y la barca se hundió para
siempre en el mar
Sus ojos son igual a los de ella,
sus dientes como perlas son los de ella
Por Dios que ganas tengo de abrazar,
besarle y preguntarle que ha sido bella
Cruzar por esa plaza grande,
allí donde la conociera
Decirle que aún conservo la medalla,
mitad de lo que fue nuestra promesa
Relóquete en tu camino,
recuerdas nuestra canción
Tú te dejabas estar en mis brazos y yo te amaba feliz
De tener tiempo en tus manos,
pero los años se van
Nada detuvo el reloj y la barca se hundió para siempre en el mar