Oye, Tim.
A veces es gris,
a veces es frío
y remando hacia ti,
en contra del río.
Y no puedo avanzar,
no puedo llegar,
solo puedo seguir.
Y si me miras así,
de nuevo confío
que no me perdí,
contigo me guío y no puedo parar,
solo hay un lugar
al que quiero ir.
No importa si el invierno dura un
poco más,
puedo esperar
a que la lluvia nos acabe de
empapar.
Hoy voy a quedar,
porque lo bueno,
si es sincero, dicen que
es el cespedar.
Si tú estás después de enero, yo te espero,
aunque sea un poco más.
Me pregunto si también sientes frío y escalofrío,
si te acuerdas de ese abrazo que te di.
Apuesto mi vida
a que no hay otros brazos que te calientaran así.
No, no, no, no, no.
Dime que las mariposas,
desde que me fui,
no han vuelto a salir.
Dime que también esperas con ellas a que llegue abril.
No importa si el invierno dura un poco más,
puedo esperar
a que la lluvia nos acabe de empapar.
Hoy voy a quedar,
porque lo bueno,
si es sincero,
dicen que es el cespedar.
Si tú estás después de enero, yo te espero,
aunque sea un poco
más.
No,
no,
aunque sea un poco más.
Aunque la vida nunca espera, yo te espero,
aunque sea un poco más.