En una aldea de España hoy,
un canto de amor, suave vocador,
una canción de recuerdo y muy sentimental,
que empezaba siendo
de casita pintada de blanco color,
con tu tejer rojo fuego que ablande el amor,
pero en mi jardín eres tú, una flor feliz,
blanca casita de aldea, tú eres para mí,
el nido de mis amores donde conocí,
la dulce dicha que trajo una ilusión,
al mirar tus rojas cejas sueño un corazón.
Una noche de verano debajo del parral,
mientras una luna llena limaba un cristal,
junto al placer de besarte mi amor lloré,
ella fue como un suspiro que Dios lo cortó,
silenciosamente puso su amor y mi amor,
hoy desde el cielo me mira y al mirar,
una estrella solitaria se ve parpadear.