Así estaría yo de loco que confíe en una mujer
Y como si fuera poco confíe en mis hogar también
Mi gallo un sapo gallino no sabía que era
perder Los hechos me demostraban que había
que confiar en él Pero el pago de un error no puede abolir su
ley
Y me llamó a arreglar cuentas cumpliendo
con su deber Y hasta ese día llegué yo por el camino
del bien El sol de mi buena suerte que iluminaba mi
ayer Se negó rotundamente a seguir su paso fiel
Dejándome en el oscuro del desengario al no ver
Que es un gran delito fiarse en quien no se debía ser
Mi mujer una morena de padres de buen saber
Doblegó mi soltería por razones del querer
Superamos altibajos sin pensar en
retroceder Por ella hice lo que pude,
trabajé hasta
no poder Después que lo tenía todo invirtió su proceder
Empezó a hacer de las suyas de la manera más cruel
Dejándome solitario y lejos de comprender
Mis hogas sacaban un toro de dura y curtida piel
Cuería y no se partía ni que enlazara un
tropez Cuántos bravos y marrones bajo ella
miré caer
Y cuántas gracias le di bajándome del corcel
Un día que enlace un becerro del hierro de Don Gabriel
Ocurrió lo inesperado que no debía suceder O tal vez era
algo lógico que me negué a suponer Se partió en cuatro
pedazos como si fuera un papel Me quedé mirando lejos,
qué triste momento aquel
No faltaba mi gallo acostumbrado a vencer Con
trece peleas ganadas y apodado el cascabel
Reuní todo el dinero que le pude recoger Me
lo llevé a la gallera en gran forma al parecer
Salió con un culequito poco antes de atardecer
No hizo nada por ganar ni se quiso defender
Picaba y no disparaba,
algo insólito creer Después cuando lo cortaron lo que inventó
fue correr Todo se fue en decepciones,
pero eso me hizo
entender Que no se debe confiar en soja,
gallo y mujer