En cuanto cada noche,
día o otra nunca jamás,
el país donde los sueños siempre se hacen realidad.
Aquí con el alma de niño,
disfraza el corazón mío
y canto con la inocencia
que el carnaval ha perdido.
Yo creo en una fiesta que ha vendido sus valores
y niega sus aplausos por envidias y rencores.
Que el niego del canalla que nunca ha
escrito nada y se atreve a dar lesiones.
Yo lo creo en una fiesta que con los años,
ya no es la cuna de la libertad.
Por más que haya crecido,
me siento como un niño que está perdido en este carnaval.
Y una noche de febrero,
mientras buscaba consuelo con mi guitarra y mi poesía,
yo soñaba un mundo nuevo donde reine la alegría.
Y donde se hace falta,
enfrento a los piratas y aquí me juego la vida.
De compás,
un tres por cuatro,
fui curando mi herida,
recitando esas coplas que en mi infancia me aprendía.
De un cuatro tres por cuatro,
de un regreso de febrero,
tan solo para decirte que soy la mía,
lo que te quiero,
lo que te quiero.
Con tus alas,
habas,
me hicieron volar y en tus brazos ya no quise despertar.
Tengo mi mundo repleto de pito,
de caña,
de taratachero y de basurón,
de grantera,
un tole que perdurará en el recuerdo.
Aquí los nervios no le fiel,
tendrán pasando San Rafael,
cruzando el archo camino al Valle.
Y cuando aquí se abre el anillo,
dentro de fe yo creo en la nación.