Detrás de los tapianes hay un grito
de plátanos mordidos por el viento
y nos duelen los sueños ateridos
por el beso escarchado del invierno.
Pero qué importa, amor, si estamos juntos,
si al rozarnos la piel se enciende el aire y hay un sol
que amanece con tu aliento para apagar el frío de la calle.
Déjame,
déjame con mi sueño,
déjame
reclinado en tus brazos,
aunque el invierno arañe las ventanas
y la luna tirite en los tejados.
Mi pueblo,
mi pueblo está lejano,
hay dos sueños en cruz,
en cruz.
Pero qué importa, amor, si estamos juntos,
si al rozarnos la piel se enciende el aire
y hay un sol que amanece con tu aliento
para apagar el frío de la calle.
Déjame,
déjame con mi sueño,
déjame reclinado en tus brazos,
aunque el invierno arañe las ventanas
y la luna tirite en los tejados.
Mi pueblo,
mi pueblo está lejano,
hay dos sueños en cruz,
en cruz.
Y el verano
regresa de tu mano sobre el invierno de tu barrio azul.
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật