El último cigarrillo.
Sos el último cigarro que ha quedado en el paquete
y que pienso con dulzura lentamente consumir.
Y en la nube en que se pierda tu azulado barrilete
atarés mis ilusiones que también se pueden ir.
Sos el íntimo consuelo que esta noche me ha quedado.
En la noche más amarga que en la vida conocí,
sí, silencioso compañero que mis dedos apretado
hilvanas en tu agonía cien recuerdos para mí.
Dulce ilusión que trae el cigarrillo cuando querés con alguien confesarte.
Lleva el dolor engarzado en sus anillos,
si con dolor a los labios los llevaste.
Y mientras va cayendo la ceniza en la prisión de un lindo cenicero,
renace otra vez larga y sumisa
la línea azul que te señala el cielo.
Entre el humo en que se forman caprichosas variaciones
adivino sin mirarlas el perfil de la mujer
con quien sueñan esperando mis marchitas ilusiones
a que llamen a su puerta los nudillos del querer.
Somos todos cigarrillos que esperamos en hilera
que la suerte al encendernos nos consuma de una vez.
Solo resta la amargura de caer en la vela.
La vereda donde todo se termina aplastado por un pie.
Đang Cập Nhật
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