Yo,
sin ropa y sin razón, me tiro a la habitación.
Siento el temblor al verme conectar frente a la humanidad.
No es tarde.
Yo, la tierra alrededor y un cable al corazón
que hace estallar el techo de cristal y me deja volar.
No es tarde.
No esperaba que al sumar cero y uno diera tanto,
en la misma oscuridad
puedo brillar.
Es el momento,
no espera nadie.
Hay otros mundos, pero de este formo parte.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.
Es el momento,
no espera nadie.
No en el segundo, antes era el que todo cambie.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.
Yo, también lo del interior,
lo propio del rincón,
donde esperé sin demasiada fe a hallar la explicación.
El cosmos lo llevo dentro.
Siento los restos de la estrella que
hoy por fin se adueñan del Big Bang.
Es el momento,
no espera nadie.
Hay otros mundos, pero de este formo parte.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.
Es el momento,
no espera nadie.
No en el segundo, antes era el que todo cambie.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.
Yo,
ahora y siempre yo.
Ahora y siempre yo.
Ahora y siempre yo.
Es el momento,
no espera nadie.
Hay otros mundos, pero de este formo parte.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.
Es el momento,
no espera nadie.
No en el segundo, antes era el que todo cambie.
Es el momento,
yo soy mi cuerpo y nada más.