Dedications to Sevilla and my good friends
Tiriri, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ya
Rincóncito gitano de Santa Marta,
hecho de todas las flores de mi Sevilla,
que al moverlas el aire que las encanta
murmura en una nota de seguidísima.
Yo siento en mí una pena cuando te miro
recordando los tiempos de mis amores,
que en aquella cruz blanca dejo un suspiro
que se va desojando como tu flor.
Rincón sevillano,
oh, oh, oh, oh,
rosita de olor.
En esa cruz blanca que tiene en el medio
porque todas las penas hallaron remedio
y la mía no.
Rincón sevillano, oh, oh, oh, oh,
rosita de olor.
La girarda que es novia de tus hechizos
cuando el sol la ilumina de la mañana
te besa con el eco hondo y castizo
que borda con el llanto de tus campanas
y en la noche serena del mes de mayo
en aquel rinconcito que tú es belleza
se rinde el bandolero con su caballo
y hasta el que no es cristiano tu sueno es.
Mira si yo te querré
rincón del cielo caído.
Mira si yo te querré
que a besar tu cruz de niño
lo mismo que el seño del gran fue
cuando, oh, oh, oh, oh,
se vio del galío.
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