Voy a cantar un corrido que nace del corazón.
Son los versos de un amigo muy querido en la región,
Virgen González Quiroz, le dicen el pitallón.
El rancho de la Laguna Seca lo vio nacer,
no lo olvidó.
Todos los alrededores,
el pitallón es querido,
lo cuidan y lo respetan por el modo que ha tenido.
En la ciudad de Hermosillo,
prisioneros lo tomaron.
Y después a Culiacán,
al pitallón trasladaron.
Cinco años estuvo preso, pero libre lo dejaron.
Hoy lo ven pasear a gusto, gozando la libertad.
Las amistades les sobran,
porque habla con la verdad.
A la gente distinguida la trata con seriedad.
Las mujeres y la banda siempre han sido su pasión.
Y les dice el pitallón que les sobra el corazón,
para quererlas a toditas y sin hacer distinción.
Siempre anda muy bien armado,
con escuadra y portadores.
Su cuadril siempre relumbra,
la quiere pa' los traidores,
o pa'l que tiente al quitillo,
o a alguno de sus amores.
Se despide el pitallón con su tejana de helado.
Es el hijo del pollero, por algo sale aventado.
Hijo de tigre pintito,
se ha *** y se ha comprobado.