¡Viva el pulque, señores!
Recién llegado desde Jerez de la Frontera,
el Cañijo Peleón.
¡Ole cómo suena! ¡Toma que toma!
¡Vamos allá!
¡Ole!
Ayer la vi entre las flores más bellas del jardín,
implorando perdón,
implorando no
vivir.
Le pregunté
por qué pensaba así
y con lágrimas me respondió así.
He pecado,
he traicionado la confianza que mis padres me habían dado.
Pero niña ya no llores, por favor ya no llores.
¡Ole!
¡Viva México!
¡Garrapateros del mundo!
¡El cañijo de Jerez!
¡Esos ángeles cómo suenan!
¡Los ángeles azules!
¡Viva México, cabrones!
Y tus padres también lo vivieron y te sabrán ellos comprender
porque somos seres humanos y lo hacemos alguna vez.
Y tus padres también lo vivieron y te sabrán ellos comprender
porque somos seres humanos y lo hacemos alguna vez.
Pero niña ya no llores, por favor ya no llores.
Pero niña ya no llores, por favor ya no llores.