Ay, cuánto miserable viva el llamar si se muriera
Ay, si se muriera, qué bueno y al fin que ni falta hiciera
Ay, yo trabajé mucho tiempo
Ay, si se muriera, qué bueno y al fin que ni falta hiciera
Ay, yo trabajé mucho tiempo con un patrón miserable
Ay, que cada vez que resuella y vaya y chingue a su madre
Lo digo aunque no le cuadre
Ay, yo trabajé noche y día y ni así lo complacía
Ay, a la hora de pagarme era un puro regañar
Ay, yo trabajé mucho tiempo con un patrón miserable
yo era el que le debía.
Ay, esa clase de señores
nada de vergüenza tienen.
Ay, más duros que los troncones
y del pobre se sostienen.
Hacen lo que les conviene.
Ay, son duros para gastar,
no quisieran ni tragar.
Ay, no los quisiera molar
por esa clase de cera,
güeyes han de llegar.
Ay, mi patrón
era tan duro,
le decían el Guayacán.
Ay, con el pobre
era un verdugo,
yo nunca lo vi gastar.
Ay, mucho menos regalar.
Ay, que Dios les guarde rencor
y los tenga en un ardor.
Ay, no les tenga compasión
que los manden al infierno
y allí vaya mi patrón.
Ay, no les tenga compasión
que los manden al infierno
y que mueran degollados.
Y que no sean enterrados.
Ay, que los dejen por fuera
que no los tapen de tierra.
Ay, que se los traguen
los lobos
y los buitres a sus ojos
y el velorio se hacen velas.
Ay, ya me voy
a despedir
porque no puedo cantar.
Ay, para que no dejen crías
eso los van a capar.
Ay, para que no dejen crías
eso los van a capar.
El Evangelistico�