A partir de hoy todo va a cambiar,
no vais a salir más allá del portal,
ni a reír,
ni a cantar,
ni a bailar,
ni a perrear,
ni a comer,
sólo vais a coser.
Porque papá, porque papá ha muerto.
Nuestro luto durará la friolera de ocho años.
¿Ocho años de luto?
Pero madre, me caso la semana que viene.
Lo sé hija, y te casarás.
¡Hala! ¡Qué morro!
¡Silencio!
Prohibido internet,
el chopet y el puet,
y el resto de todas las cosas,
gourmet,
ni Instagram,
ni TikTok,
ni tocar el fagot,
ni bombones,
ni entrecot.
Porque papá, porque papá ha muerto.
Y este luto será un tormento.
Y ya estoy acabado.