¡Ay, bendito!
Ay, bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito.
Ay, bendito, ay, bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito.
El hijo de don Ramón, que es un jibaro agosado,
se lo llevó a un vacilón.
Y allí lo dejó jalao, luego se metió al corral
y aprovechó la ocasión, se burló de don Pascual
y cargó con el lechoncito.
¡Ay, bendito!
¡Ay, bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito!
¡Ay, bendito!
¡Ay, bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito!
¡Ay, bendito, ay, bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito!
Este año don Pascual no tiene para la cena
porque se dejó robar el lechón de nochebuena.
Yo también digo bendito porque el pobre don Pascual
lo dejaron sin probar el sabroso lechoncito.
¡Ay, bendito! ¡Ay, bendito!
¡Ay, bendito!
¡Ay, bendito!
le robaron el lechoncito, ay bendito, ay bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito.
Le aconsejo don Pascual algo que a usted le conviene, no se deje emborrachar allá en
el año que viene, que no vuelva a fracasar por meterse en vacilón, por dejarse emborrachar,
le robaron su lecho, ay bendito, ay bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito, ay
bendito, ay bendito, a don Pascual le robaron el lechoncito.
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