Se escucha un dulce trinar con el albor mañanero
y alegremente un jilguero nos regala su cantar.
A veces suelo pensar que es fingida su alegría
porque él canta quien diría igual que yo sin parar
que canto por no llorar mis penas todito el día.
Cuando el sol nos anuncia el día me sorprende por el sendero
muy alegre siempre el jilguero me contacta con su cantar
al escucharlo la melodía de mis versos yo fui formando
y a mis penas voy pregonando cuento canto por no llorar.
Cual una vez fui prisionero y muy dichoso que me sentía
mas mi dueña me deja un día que por el mundo eche a volar
poderse ya consolar.
Voy cantando mis emociones por la
existencia en mi canto lloro la ausencia de una indaga que me hundió.
Ya perdida mis
ilusiones canto alegre como el jilguero si
mañana de pena muero un concierto será mi
adiós.