El gran Sanomón lloróLa ausencia de su queridaMarco Antonio dio la vidaA los pies de la que amóQué extraño es que lloreUna cruel separaciónSiento que a mi corazónNo les dado el lamentarseQue hasta le privan quejarseCuando le sobranRazónSí, sí, sí, sí, sí, sí, síCuando le sobranRazónAyer triste suspirabaPor el dulce encanto míoDe mis párpados un ríoDe mis párpados un ríoEl corazón me anegabaY mientras tanto llorabaMe puse a considerarQuedado el hombre en llorarY entregarmeA su dolorDile que el que tiene amorA todos se ha de entregarSí, sí, sí, sí, sí, sí, síA todos se ha de entregarA todos se ha de entregar