Dibujas mi silueta de perecil sobre el cristal
y miras hacia el norte con más ganas que deseo de mirar.
Mis manos dibujándote en el sitio donde no puedes estar
Se está volviendo oficio poner tierra
y extrañarte un poco más de lo normal
Está creciendo el río y se desborda del caudal
La inercia va arrastrándote muy rápido hasta el día terminar
Intentas,
sin lograr,
hacer más corta la jornada en soledad
Yo escribo y trato de ordenar mis sueños y mi vida desde acá
Buscando la manera de juntarla con la tuya cada vez un poco más
Difícil es hacer más de una cosa sin pensar
Pierde los temores y convierte en mariposas las
serpientes que después de la tormenta calma habrá
No dudes siempre navegar contra,
corriente vuelve fuerte si no pierdes el faro que está al final
Nunca dejes cabo sin atar
Tú piensas y deseas este modo con tu vida continuar
Sabiendo que esta historia va a tener que repetirse sin parar
Yo rezo porque quieras,
si yo quiero no te vayas a cansar
A veces tiene que adolerte el alma para que te puedas por fin enterar
Que hay vida en tus entrañas y no lo puedes negar
Ay, ay, ay
Tararararai, tarararai
Te provocan en la mente toda esta intranquilidad
Para que no me saques de tu vida y no me logres evitar
Tus ángeles me cuidan todo el tiempo de cualquier intempestad
Y limpian mi camino de las piedras que pudieran provocar mi tropeza
No es necesario recordar,
no puedes olvidar Ay,
ay,
ay
Tararararai, tarararai
Pierde los temores si convierten mariposas Las
serpientes que después de la tormenta calma habrá
No dudes siempre navegar contra,
corriente vuelve fuerte si no pierdes el faro que está al final
Nunca dejes cabo sin atar Nunca dejes guerra sin luchar
Por eso pierde los temores si convierten mariposas
Las serpientes que después de la tormenta calma habrá
No dudes siempre navegar contra,
corriente vuelve fuerte si no pierdes el faro que está
al final Nunca dejes cabo sin atar
Nunca dejes guerra sin luchar
Muchas gracias