No creas lo que ves en redes sociales, porque...
ni él es rico, ni ella es feliz.
Nah.
Él es payaso y ella es actriz.
Detrás de sus lujos se esconde un matiz.
Pues, no lo ama, es su meretriz.
Él vende secretos envueltos en humo.
Ella te los patrocina y evita el consumo.
Él dice que te enseña a ser un hombre de valor,
pero le falta el respeto a quien no rema a su favor.
Que sucio está el espejo de la juventud,
que no refleja ya la luz,
que habita en su interior
si el brillo de un dior se vuelve su mejor virtud.
Cualquiera en estos tiempos puede ser mentor.
Compra mi curso, por favor,
y te revelaré que todo lo compré utilizando tu dolor.
Bien, escucha, ahora es tu momento.
Reúne a cuatro amigos que vivan en sufrimiento y hazlo todo,
pero sin remordimientos,
¿vale?
Te pagarán por decirles lo que ya saben.
Pero, ¿qué les digo?
¿Es así de fácil?
Claro, diles panza, plebeyo, frágil...
y no está mal engañar al pusilánime.
Hazlo si quieres entrar en la pirámide.
Que sucio está el espejo de la juventud,
que no refleja ya la luz,
que habita en su interior si el brillo
de un dior se vuelve su mejor virtud.
Cualquiera en estos tiempos puede ser mentor.
Compra mi curso, por favor,
y te revelaré que todo lo compré utilizando tu dolor.