El día fue en una botella, de mí no más se burlaba,
al ver que yo de una estrella más mal me enamoraba,
andaba la noche aquella con una daga clavada,
me dijo una cantinera, pues hombre a ti que te pasa,
ya deja la borrachera, vete a dormir a tu casa,
le dije la suerte perra, para que a mi vida se abraza.
Seguí paseando en la noche, con mi botella en la mano,
aquella noche el mariachi, cantaba el abandonado,
lloraba a mi llanto amares, por ese amor desgraciado.
Aquel día fue embotellado, ya por mis penas corría,
y yo muy apasionado, pensando en ella bebía,
y como estrella que era, me la doblo el nuevo día.