Qué linda mañana
dan ganas de no hacer nada,
conversemos antes de salir de la cama.
Abre las ventanas
que inunde el color la casa,
yo prepararé el café,
me pasas tu taza.
Hoy no iremos al desfile,
de máscaras.
Si te asusta la realidad,
pídemelo imposible.
Lo imposible,
lo imposible.
Un destello minúsculo al alma de luz que va a cambiar
el mundo.
Una llave que me abra las puertas de lo
que tú nunca jamás ni nadie ha visto.
Y el desayuno fue magnífico.
Y el desayuno fue magnífico.
Ojerás las páginas de un blog de viajes sin fechas ni programa.
Las palabras llenan tu voz de aviones y mermelada.
Ya está
hirviendo el agua,
sale el sol y empieza el drama
de lo auténtico y lo fuga
de una vida cotidiana.
Pídeme lo imposible.
Lo imposible.
Una nota flotando en el aire que nos haga bailar desnudos.
Una llave que me abra las puertas de lo
que tú nunca jamás ni nadie ha visto.
Y el desayuno fue magnífico.
El desayuno fue magnífico.
El desayuno fue magnífico.