Un tiroteo muy cerrado se registró en aquel díaMurió el teniente Godínez por muertes que ella debíaY el delincuente se escapa con rumbo a la serraníaLa tropa llegó furiosa a la cabaña del cerroSalió una mujer bonita con gran aspectoRanchero, muy buenas tardes señoresSoy la madre del corderoLe contestó el comandanteVenimos siguiendo un galloEse cordero que nombraSe nos fugó como un rayoSolo encontramos tiradaLa rienda de su caballoLlevaron a la señoraPara el cuartel generalElla negó los motivosCon mucha serenidadLuego de hallarla sin culpaLe dieron la libertadPero surgió el mismo casoEn el rancho del olivoSurgió de nuevo el corderoVeloz, temible y altivoMatando a gentes y a perrosNo dejaba ni uno vivoLa gente cuenta la historiaUna venganza pregonaLa mano de la justiciaNunca jamás lo perdonaEl cordero y la señoraEran la misma persona